El acceso de las mujeres a la educación pública desde la enseñanza primaria hasta la universitaria se concretó entre fines del siglo XIX y principios del XX, pero la igualdad de condiciones con sus pares masculinos forma parte de luchas que siguen hasta la actualidad.
Los primeros acercamientos de las mujeres a la enseñanza formal se produjeron en las escuelas parroquiales durante la Colonia. Las religiosas las instruían en la fe cristiana, el servicio a la familia y el hogar.
Con la consolidación de la República, se crearon los primeros liceos femeninos estatales y se formaron las escuelas técnicas. El Estado consideró la educación de las mujeres como un aporte al desarrollo nacional y se las preparó principalmente para el trabajo doméstico y asalariado, el cuidado de la familia y la maternidad.
a Ley de Instrucción Primaria de 1860 proclamaba la igualdad en el acceso a la educación de niños y niñas. Sin embargo, los programas de estudio eran distintos para cada sexo, pues en los establecimientos femeninos se reforzaban las labores domésticas.
Documentos de la Biblioteca Patrimonial e imágenes del Archivo Fotográfico del Museo de la Educación Gabriela Mistral muestran los comienzos de este proceso en Chile.