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Cuerpos ideales para el Estado de Chile

Cuerpos ideales para el Estado de Chile


La instrucción de la educación física se integró a una lógica civilizadora de la escuela, preocupada de inculcar hábitos ciudadanos y cuerpos productivos que conformaran una nueva y moderna fisonomía nacional (Orellana, 2009: 36).

A la Gimnasia, se sumó la higiene para combatir la mortalidad, las enfermedades, la desnutrición y los vicios que afectaban a la población infantil. Su aplicación aspiraba a un mejoramiento físico y moral de la infancia y juventud:

"El baño debe ser tan frecuente como sea posible y bien puede destinarse un mediodía de clases al aseo corporal completo de los alumnos. El baño es garantía de aseo moral" (Aguirre, 1886: 6).

La educación física tuvo un papel ideológico en el discurso de regeneración nacional. Se consideró el ejercicio gimnástico como un instrumento correctivo para distintas imperfecciones:

"De esta manera la perfectibilidad de la salud i de las formas, están interesadas igualmente en que los músculos sean sometidos a una jimnástica racional i además ofrece la ventaja de conducir fuerza i la resistencia musculares, lo mismo que la ajilidad i la destreza, hasta ese punto variable en que cada cual puede llegar en virtud de sus aptitudes personales o hereditarias" (Aguirre, 1886: V-VI).

Su inclusión en los planes de estudios luchaba contra hábitos negativos en la infancia como el ocio excesivo, el tabaquismo y el consumo de alcohol.

"La escuela debe ser la fuerza viva que combata el tabaquismo en el país, como lo es para combatir muchos otros vicios sociales" (Martínez, 1916: 9-10).

La gimnasia resaltaba la disciplina corporal y moral en la escuela pública. Modelar el cuerpo y carácter era su propósito:

"Constituir al ser predilecto de la naturaleza, mas valeroso, mas intrépido, astuto, fuerte, diestro, noble i ájil; (...) predisponiéndole de este modo a resistir todas las intemperies de las estaciones, (...) sobrellevar con heroica resolución las contrariedades i privaciones de la vida, vencer todas las dificultades i peligros a su alcance, (...) capaz de prestar grandes y señalados servicios asi a su patria como a sus semejantes" (Aguirre, 1886: 1).

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