Para consagrar y visibilizar a la escuela como una institución republicana, se hicieron comunes los desfiles y actos en espacios públicos. Para recordar dichos eventos se produjeron medallas conmemorativas.
Frases e imágenes que exponían la historia de la escuela ilustraban estos objetos. Por ejemplo, se grababan personajes públicos relacionados con su fundación, representaciones de edificios, lemas o inscripciones sobre la conmemoración.
Las medallas eran entregada para:
- Relevar y consagrar la importancia de la institución escolar y su trayectoria histórica.
- Construir una memoria común ligada a los hitos más significativos de la escuela.
Algunas de éstas rememoraban la celebración de los aniversarios de la entidad, ya que durante la primera mitad del siglo XX varias escuelas cumplieron sus cincuenta y hasta cien años de vida. Otras conmemoraban el inicio o término de la habilitación de inmuebles, la entrega de estas útimas, distinguían:
- Los intentos del Estado de solucionar problemas de cobertura y de implementar los nuevos postulados pedagógicos.
- Las propuestas del movimiento higienista, que apuntaban al desarrollo de una organización interna de la escuela para ofrecer un marco adecuado para la enseñanza y el aprendizaje.
Para visibilizar al Estado entre 1888 y 1927 la Dirección de Obras Públicas construyó alrededor de 183 establecimientos en lugares importantes dentro de las ciudades.
Se privilegió la edificación de escuelas superiores o "modelos" en las capitales provinciales y departamentales. Su máxima expresión fueron los establecimientos con capacidad para albergar a 600 alumnos, conocidos como "escuelas palacios".
Éstas tenían salas especiales para dibujos, conferencias, trabajos manuales y economía doméstica, al igual que biblioteca, gimnasio y atención médica y dental para los alumnos y sus familias. Las primeras se levantaron en Santiago y Valparaíso en la década de 1880, y entre 1919 y 1927 se edificó el resto.