La colección del Museo de la Educación Gabriela Mistral (MEGM) se formó inicialmente a partir de los objetos legados de la Exposición Retrospectiva de la Enseñanza de 1941, y se ha seguido enriqueciendo con las donaciones de establecimientos educacionales, personas particulares y adquisiciones que se han realizado en función de los lineamientos temáticos que el museo ha levantado.
Contiene más de tres mil piezas, y en su mayoría se compone de implementos heredados de establecimientos primarios, secundarios y escuelas normales del país. Dentro del mobiliario se cuentan pupitres de distintas épocas, pizarrones, entre otros muebles propios de la sala de clases. Incluye también piezas que ya no son parte de las aulas, como la cabina de castigo, utilizada para encerrar a los alumnos que habían cometido alguna falta.
El mobiliario permite conocer el desarrollo de la educación en Chile: desde los cambios en la materialidad hasta las trasformaciones en los métodos de enseñanza. Por ejemplo, la colección recorre desde el pupitre lancasteriano en el que se sentaban muchos estudiantes, hasta los bancos individuales de mediados del siglo XX y la posterior incorporación de escritorios para personas zurdas.
Un segundo grupo de objetos está conformado por material escolar, y comprende diversos implementos empleados para la facilitación del aprendizaje y la didáctica. Forman para de él: láminas utilizadas en clases de ciencias, religión e historia; diferentes tipos de mapas de Europa, América y Chile que abarcan desde finales del siglo XIX hasta mediados del XX; material didáctico para el estudio de las ciencias y para el uso de la primera infancia, y máquinas y herramientas utilizadas en los colegios técnicos e industriales.
Un tercer grupo se relaciona con la vida cotidiana de los establecimientos educativos, tales como la loza utilizada en las Escuelas Normales, los objetos relacionados a la asistencialidad escolar, las insignias, los banderines, los estandartes y los trofeos que integran la emblemática escolar, entre otros.
Con el objetivo de contribuir al conocimiento y debate de los procesos socio-educativos recientes y relevar a sujetos que no se encuentran representados en su patrimonio, el museo ha desarrollado una política de adquisición de nuevos objetos que permitan ampliar su acervo y poner en valor nuevas temáticas.
